Y hoy noté como los rayos de sol (sin nungun permiso) se colaban por mis persianas y me pegaban en la cara dandome los buenos dias. Entonces me acurruqué entre las sabanas, mis manos tapaban mis ojos, que se preparaban para abrirse y ver toda la claridad... Y entonces me acordé de ese: "cuidado que enciendo." (quizás ni lo entiendas).
Y no los abrí, me acurruqué más aún. Mis manos buscaban tu calor. En mi cama, tan solo una parte de ella estaba aun caliente, pero la otra tenía frío, mucho frío.
Fueron los 30 minutos más largos... Derepente te vi, no me preguntes cómo, pero lo hice.
Estabas aquí, conmigo. Yo acariciaba tu cara, tus ojos estaban cerrados y tu respiración se aceleraba. Mis manos corrieron a tu espalda, es ahí donde pueden sentirte solo para ellas, recorriendo cada centimetro de tu piel.
Luego noté como tus labios buscaban los mios, hasta encontrarse y se fundían en ese sabor que era una mezcla de tu y yo.
Tu cuerpo pegado al mio, sin nisiquiera un espacio. Me abrazabas. Sí, uno de esos abrazos fuertes fuertes, que sabes que me encantan.
Alguien toco al timbre de casa, pero no fui a ver quien era.
Luego llamaron al telefono, y tampoco lo cogí.
Estaba soñando despierta, con los ojos cerrados, y sabía que al abrirlos, desaparecerías.
Así que seguí sintiéndote, queriéndote un poco más.
Hoy te vi, te acaricié, te sentí, te besé.
No me preguntes cómo, pero te juro que lo hice.
